Misión

Los problemas de salud mental plantean dificultades que pueden generar mayor o menor grado de desinsersión en la comunidad, planteando en los casos graves, como en psicosis o autismo, problemas de marginalidad. Para lograr la reinsersión es fundamental un trabajo permanente con las familias y con la comunidad para superar el aislamiento, los prejuicios y en algunos casos el rechazo.

En psicosis y autismo nos encontramos con problemáticas cuya etiología es pluricausal (constitucional, familiar, social), de ahí que es fundamental encarar los tratamientos en el marco de programas de investigación interdisciplinaria. Asimismo en estos casos el diagnóstico precoz tiene una enorme incidencia en el pronóstico favorable, de ahí que tiene una enorme importancia en estos casos la prevención.

Ante la consulta por un niño, adolescente o joven que presenta una problemática, se realiza una evaluación diagnóstica para determinar y poder distinguir aquellas situaciones que son respuesta sintomática propias del proceso de estructuración como pueden ser las fobias, los miedos, tics, problemas de aprendizaje, problemas en el control de esfínteres, problemas de conducta. Estos signos son alertas que deben ser tomadas por los padres y los maestros para realizar la consulta. En muchos casos se trata de un proceso de orientación a los padres y/o con el niño y/o adolescente, y en otros se requiere de un tratamiento. Hay otras problemáticas que implican descontrol de la agresividad, estereotipias, problemas psicosomáticos, impulsividad en diversos aspectos como puede ser en la alimentación o colocarse en situaciones de riesgo. Algunas de estas problemáticas implican procesos agudos y otras refieren diversos grados de cronicidad como en los casos graves de psicosis y autismo.

Es fundamental el diagnóstico interdisciplinario, porque en muchos casos estas problemáticas severas de orden psíquico son diagnosticadas erróneamente como déficit intelectual.

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